La Cena de las Bodas del Cordero y la Batalla de Armagedón
Lesson 18 La Cena de las Bodas del Cordero y la Batalla de Armagedón Bienvenidos a Apocalipsis: La Revelación de Jesucristo – Lección 18. Nuestra lección de hoy: La Cena de las Bodas del Cordero y la Batalla de Armagedón. En nuestra última lección, Dios dedicó dos capítulos completos del libro de Apocalipsis explicando el […]
La Cena de las Bodas del Cordero y la Batalla de Armagedón
Lesson 18
Nuestra lección de hoy: La Cena de las Bodas del Cordero y la Batalla de Armagedón.
En nuestra última lección, Dios dedicó dos capítulos completos del libro de Apocalipsis explicando el juicio del falso cristianismo. En los capítulos 17 y 18 de Apocalipsis, se hace referencia al falso cristianismo como la Gran Ramera.
El magnitud del juicio de Dios contra la Gran Ramera ilustra cuánto Dios odia el falso cristianismo.
Los primeros 5 versículos de Apocalipsis 19 terminan de describir el juicio del falso cristianismo. Se oye una gran voz de mucha gente en el Cielo diciendo:
“Porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella”. Apocalipsis 19:2.
Los comentarios sobre el falso cristianismo se concluyen en el versículo 3, donde dice: “¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos”. (Apocalipsis 19:3).
Ahora llegamos a las Bodas del Cordero. Después de estos horribles pronunciamientos de juicio. El estado de ánimo de la revelación 19 cambia a uno de regocijo. El versículo 7 dice:
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado”. Apocalipsis 19:7.
Mucha gente ha enseñado que el rapto de la iglesia ocurre en Apocalipsis 4:1. Sin embargo, aquí en Apocalipsis 19:7, las Bodas del Cordero con Su Novia, la iglesia, aún no han tomado lugar.
El versículo 7 también nos dice que Su Novia se ha preparado.
El versículo 8, nos dice que le ha sido concedido que se vista de lino fino, blanco y limpio, que representa la justicia de los santos.
Después de esto, la voz le dijo a Juan:
“Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Apocalipsis 19:9.
Es interesante que este es el único lugar en las Escrituras donde se menciona específicamente la Cena de las Bodas del Cordero. Inmediatamente después de este versículo en el versículo 11, el Cielo se abre y Jesús aparece en el cielo. Él viene a la tierra para recibir a Su Novia y para pelear la Batalla de Armagedón.
¿Cómo encajan todos estos eventos?
Las Escrituras nos dicen; en 1 Tesalonicenses 4:16-17:
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. 1 Tesalonicenses 4:16-17.
Estas Escrituras están describiendo el mismo evento en el que la Novia se encuentra con Su Novio para la Cena de las Bodas en Apocalipsis 19.
Aunque no tengamos muchos detalles sobre la Cena de las Bodas del Cordero, es obvio que ocurrirá en algún lugar del cielo.
Dado que la iglesia, entonces, habrá recibido un cuerpo nuevo e inmortal, las bodas se podrán llevar a cabo prácticamente en cualquier lugar.
Algunos han especulado que la Cena de las Bodas durará 7 años. Es obvio que esto no puede ser cierto; ya que en este capítulo 19 la batalla de Armagedón sigue inmediatamente después de las Bodas del Cordero.
Además, ¿cuál es la cena más larga a la que hemos asistido alguno de nosotros? Es probable que haya durado unas 2 o 3 horas, tal vez 4.
La segunda venida de Jesús es descrita varias veces en el libro de Apocalipsis. La última descripción de la segunda venida se encuentra en Apocalipsis 19:11-12:
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo”. Apocalipsis 19:11-12.
“Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar”. Apocalipsis 6:14.
Estos dos relatos son los mismos eventos. En Apocalipsis 19:13-14, se nos dice que el nombre del que está sobre el Caballo Blanco es la Palabra de Dios.
Sabemos con certeza que se trata de Jesús porque en Juan 1:1 y Juan 1:14, se nos dice explícitamente que Jesús es la Palabra de Dios.
Apocalipsis 19:14 nos dice que los ejércitos que estaban en el Cielo siguieron a Jesús en caballos blancos.
Sabemos que esta es la iglesia porque Enoc profetizó diciendo:
“De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares”. Jude 1:14.
Repasemos los eventos de la batalla de Armagedón. Los ejércitos del gobierno global encabezados por el Anticristo decidirán invadir Jerusalén. Cruzarán el río Éufrates, bajarán por Siria y luego cruzarán hacia Israel. La batalla se unirá con Israel en la Llanura de Megiddo, también conocida como el Valle de Jezreel.
Incluidos en este ejército del gobierno global estarán Rusia, Irán, Turquía, Etiopía y Libia.
Israel luchará valientemente contra las fuerzas del gobierno único.
Pero lentamente será empujada hacia atrás, hacia el valle del Jordán.
Después de días de amarga lucha, el Anticristo y sus ejércitos llegarán a la ciudad de Jerusalén.
Según Zacarías 14:2, la mitad de la ciudad de Jerusalén caerá ante las fuerzas superiores del ejército del gobierno único.
Cuando Israel esté al borde de la derrota, esto desencadenará la intervención en la guerra de Jesucristo mismo.
Él descenderá del Cielo y la iglesia será arrebatada para encontrarse con Él en el Cielo. Después de esto, Jesús colocará Sus pies sobre el Monte de los Olivos. Apocalipsis 19:15-16 describe lo que sucederá a continuación:
“De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”. Apocalipsis 19:15-16.
Esta misma ira (el lagar del vino del furor) se describe en Apocalipsis 14:19. Apocalipsis 19:15 también dice: Jesús regirá las naciones con vara de hierro.
En Apocalipsis 12:5, dice que el hijo varón nacido de la mujer con las 12 estrellas alrededor de su cabeza regirá todas las naciones con vara de hierro.
Esto proporciona una prueba absoluta de que Jesús era el hijo varón de Apocalipsis 12.
La Cena de Dios se describe en Apocalipsis 19:17-18:
“Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes”. Apocalipsis 19:17-18.
De nuevo este pasaje demuestra la magnitud de la ira de Dios hacia el impío. En el momento de Armagedón, llamará a las bestias del campo, las aves del cielo para comer la carne de reyes, capitanes y valientes.
Esta misma expresión de la ira de Dios se encuentra en Ezequiel 39:17-18:
“Y tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre. Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en Basán”. Ezequiel 39:17-18.
Ezequiel 38 y 39 describen la batalla de Gog y Magog. Mucha gente ha sostenido que esta es una batalla que ocurrirá antes de los últimos 7 años, también llamada la semana 70 de Daniel.
Sin embargo, comparar Ezequiel 39:17-18 con Apocalipsis 19:17-18 prueba de manera concluyente que la batalla de Gog y Magog es la misma batalla que la batalla de Armagedón.
Ambos relatos describen el gran sacrificio que Dios hará de los reyes y de los poderosos de la tierra.
Previamente hemos estudiado el Anticristo, el líder político que liderará el gobierno global del tiempo del fin. También hemos aprendido sobre el falso profeta, el líder religioso que liderará la religión global del tiempo del fin.
En Apocalipsis 19:19-20, somos testigos del fin de estos dos personajes malvados:
“Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.En Apocalipsis 19:19-20.
Aquí vemos al compañero religioso del Anticristo descrito como el falso profeta. Afirma que el falso profeta realizará milagros ante el Anticristo y usará esos milagros para engañar a la gente del mundo.
Usará su influencia para convencer al mundo de jurar lealtad al Anticristo y recibir la Marca de la Bestia.
Esto es exactamente lo que hace la bestia de 2 cuernos en Apocalipsis 13:11.
Hace milagros y por medio de esos milagros convence al mundo a seguir al Anticristo.
Esto proporciona una prueba absoluta de que la bestia con 2 cuernos es el falso profeta.
El fin de estos dos personajes malvados es ser arrojados vivos a un lago de fuego que arde con azufre. En Apocalipsis 19:21, se nos dice lo que sucederá con aquellos que sigan al Anticristo y al falso profeta:
“Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos”. Apocalipsis 19:21.
Aqui estamos viendo las dos cosechas de nuevo. En Mateo 13:36-43, Jesús dio la parábola de las cosechas simultáneas, del trigo y de la cizaña.
Vemos otra descripción de las dos cosechas en Apocalipsis 14:14-20.
Finalmente, vemos una descripción muy detallada de las 2 cosechas en Apocalipsis 19:7-21.
Vemos a la Novia preparándose para el rapto. Y el anuncio de que han llegado las Bodas del Cordero. La Novia se une al Novio para la Cena de las Bodas del Cordero. Entonces Jesús y Su Novia, la iglesia, descienden a la tierra para pelear la batalla de Armagedón, y para sustituir los reinos de este mundo con el Reino de Dios. Es entonces, que coronaremos a Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores.
Aun hay más noticias buenas. Satanás será atado por 1000 años. Al mismo tiempo, el Anticristo y el falso profeta serán arrojados al lago de fuego.
Un ángel se apoderará de Satanás y lo atará durante los próximos 1000 años.
Entonces será confinado al abismo sin fondo que le impedirá engañar a las naciones durante los 1000 años. Esto está registrado en Apocalipsis 20:1-3.
Satanás ha gobernado el mundo desde la época de Adán y Eva. Las Escrituras lo llaman el dios de este mundo. (2 Corintios 4:4).
Una vez que esté atado, se establecerá un nuevo orden sobre la tierra. Este orden se describe en Apocalipsis 20:4-6:
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”. Apocalipsis 20:4-6.
Los que están sentados en el trono son los santos de Dios. A lo largo de las Escrituras se nos enseña que todos los nacidos de nuevo gobernarán y reinarán como reyes y sacerdotes con Jesucristo durante los 1000 años mientras Satanás será atado. En Apocalipsis 5:10, los redimidos declararon:
“..y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”. (Apocalipsis 5:10).
Después de esto, Juan vio las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y por la Palabra de Dios. Este grupo de personas vivirá durante el tiempo del Anticristo y no adoraron a la bestia, el Anticristo, y no recibieron la Marca de la Bestia en sus frentes.
Estos también vivieron y reinaron con Cristo durante los 1000 años.
Los que nacieron de nuevo y los santos del Antiguo Testamento resucitarán en este mismo momento.
Debemos notar especialmente que cuando resucitaron aquellos que no adoraron a la bestia ni tomaron su Marca, el pasaje dice específicamente: esta es la primera resurrección! Esto obviamente significa que no hubo una resurrección anteriormente.
Muchos han enseñado que habría una resurrección 7 años antes de todos estos eventos. Sin embargo, Apocalipsis 25 elimina por completo esta posibilidad. Apocalipsis 26 enseña que todos los que estarán en la primera resurrección no tendrán que preocuparse por la segunda muerte, que tendrá lugar 1000 años después, en el gran Juicio del trono de Dios.
Si tenemos la bendición de ser parte de la primera resurrección, tendremos nuestros cuerpos inmortales en ese preciso momento. Y para siempre tendremos vida eterna.
Las Escrituras nos dicen repetidamente que los salvos gobernarán y reinarán como reyes y sacerdotes con Jesucristo en la tierra. La gran pregunta es: ¿sobre quién gobernaremos?
La respuesta a esta pregunta se encuentra en Daniel 7:11-12:
“Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego. Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo. Daniel 7:11-12.
En el versículo 11, la bestia, también conocida como el Anticristo, será destruida a la segunda venida de Jesús a la tierra. Luego, en el versículo 12, habla del destino de las otras bestias en Daniel 7, que son símbolos de naciones. Establece en el versículo 12, cuando el Anticristo sea destruido, a las otras naciones se les permitirán vivir por una temporada y un tiempo durante el Milenio de Jesucristo.
Esto nos dice que las personas que no fueron eliminadas durante la batalla de Armagedón continuarán viviendo como mortales en la tierra durante el reinado del reino de Dios.
Los salvos serán inmortales, esto quiere decir que los inmortales gobernarán sobre la población mortal que quede en la tierra. Tenemos que preguntarnos: ¿cómo decidirá Dios a quién se le permitirá seguir viviendo durante los 1000 años?
La Escritura no explica claramente a quién se le permitirá continuar viviendo en la tierra.
Tenemos una pista, sin embargo, en el Antiguo Testamento. Cuando los hijos de Israel llegaron a la Tierra Prometida y después de salir de la esclavitud de Egipto, no creían que pudieran poseer la tierra, por su incredulidad, Dios decretó que toda persona de 20 años de edad en adelante, moriría en el desierto y no sería admitida para entrar en la Tierra Prometida.
Los menores de 20 años no tuvieron que dar cuentas de la incredulidad de sus padres.
¿Será que Dios nuevamente no responsabilizará a los jóvenes por la iniquidad de sus padres?
Si esta regla se aplicara en este tiempo del fin, en este momento hay mucha gente en edad que califica para habitar y reponer la tierra durante el reinado de 1000 años.
Dios en su infinita sabiduría decidirá quién podrá habitar la tierra durante el milenio.
Después de la batalla de Armagedón, todos los gobiernos humanos serán disueltos y Jesús será coronado Rey de Reyes y Señor de Señores.
Isaías 2:2-4 describe eventos durante el milenio:
“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. Isaías 2:2-4.
La sede del Reino de Dios sobre la tierra estará ubicada en la ciudad de Jerusalén. Aparentemente, el trono de Jesucristo estará ubicado en el Monte del Templo. La Escritura nos dice: Él regirá las naciones con vara de hierro.
Enseñará a las naciones el camino de la justicia y la paz y no tolerará ninguna rebelión.
No habrá más guerra sobre la tierra. Isaías nos dice que: “y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces”.
La gente de la tierra no conocerá la guerra. Las naciones no tendrán ejércitos ni entrenamiento militar. No habrá ni una guerra en la tierra durante 1000 años. Verdaderamente habrá paz en la tierra para los hombres de buena voluntad.
Las Escrituras dicen que Su descanso será glorioso.
Más adelante en Isaías 65:17-25, se nos dan más detalles sobre el milenio:
“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor. No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito. Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová. Isaías 65:17-25.
Cuando Isaías profetizó que habría un cielo nuevo y una tierra nueva, no quiso decir que habría un cielo y una tierra diferentes. Él quiso decir que la tierra sería renovada. Sabemos esto porque los mortales seguirán viviendo para poblar la tierra después de la batalla de Armagedón. Si la tierra fuera totalmente destruida, los mortales no sobrevivirían. El Apóstol Pedro también habló de un Cielo nuevo y una tierra nueva, en 2 Pedro 3:10-13:
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 2 Pedro 3:10-13.
El día del Señor se refiere al tiempo de la segunda venida cuando la ira de Dios será derramada sobre los habitantes de la tierra en Armagedón.
Se nos dice que los Cielos pasarán y los elementos se fundirán con un calor ferviente.
Esto no será un acontecimiento global, o de lo contrario todos los habitantes de la tierra serían destruidos. Zacarías 14:12 describe los efectos de las armas nucleares que se utilizarán en Armagedón:
“Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca”. Zacarías 14:12.
Eso es lo que Peter estaba describiendo cuando dijo que los elementos se fundirán. Noten que esto ocurre alrededor de Jerusalén durante la batalla de Armagedón. Durante el milenio, parece que las condiciones del mundo serán restauradas a como eran antes de la caída de Adán y Eva. La gente vivía hasta los casi 1000 años de edad en aquel entonces. Isaías 65:20 dice que una persona que muera a la edad de 100 años durante el milenio será considerada un niño.
Este mismo pasaje declara que un pecador será maldito. Esto nos dice que habrá pecadores durante el milenio pero serán una minoría. Actualmente, los pecadores son mayoría y los justos son minoría. Una vez que Satanás sea atado, esa situación se invertirá. La mayoría de la gente vivirá con rectitud, pero algunos vivirán como pecadores. Finalmente Isaías dijo: “serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey“. Los animales carnívoros serán transformados a vegetarianos. Toda matanza será suspendida. Este maravilloso estado de paz y destierro del miedo durará a lo largo de los 1000 años de paz.
Apocalipsis 20:7 nos dice:
“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión”. Apocalipsis 20:7.
Esta puede ser la pregunta que más me han hecho a lo largo del tiempo. ¿Por qué, después de que Satanás esté atado por 1000 años, Dios lo suelta de nuevo?
Creo que solo hay una respuesta plausible:
al principio de la creación, Dios le dio a cada ser humano el poder de elegir. Adán y Eva tenían el poder de elegir entre obedecer o desobedecer. A todo ser humano desde entonces y hasta ahora se le ha dado este mismo poder de elección para elegir entre el bien y el mal.
Las cosas serán muy diferentes durante el Milenio de Cristo cuando Satanás esté atado. Con el fin de proporcionar el mismo poder de elección para aquellos que estén en la tierra al final de los 1000 años, Dios liberará a Satanás para que la gente de la tierra pueda estar expuesta a la tentación.
Sorprendentemente, cuando Satanás sea desatado, muy rápidamente engañará al mundo una vez más. Uno pensaría, después de disfrutar de 1000 años sin guerras ni matanzas, que la humanidad aprendería la lección. Pero no lo hará.
Apocalipsis 20:8 nos dice: Satanás influenciará a los habitantes del mundo para que se enfrenten contra Jesucristo. El versículo 9 dice: los pueblos del mundo vendrán contra la ciudad amada, hablando de Jerusalén.
En este momento, la paciencia de Dios se agotará. El versículo 9 nos dice: de Dios descenderá fuego del cielo y devorará a los que se han unido contra Jerusalén.
En ese momento, Satanás será arrojado al lago de fuego donde la bestia y el falso profeta fueron echados 1000 años antes. El versículo 10 declara: entonces Satanás será atormentado día y noche por los siglos de los siglos. Esto describe el fin de la experiencia humana y el fin del mismo Satanás. Apocalipsis 20:11-12 explica:
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”. Apocalipsis 20:11-12.
Este pasaje describe el juicio final cuando todos los muertos, pequeños y grandes comparecerán ante Dios. También nos dice que los libros fueron abiertos. Aparentemente, esto se refiere a los libros que contienen el registro de las acciones realizadas por cada persona mientras estuvo viviendo en la tierra.
Y luego dice, se abrió otro libro que es el libro de la vida. El libro de la vida contiene el nombre de todos los que serán salvos. La Escritura dice: los muertos serán juzgados por las cosas escritas en los libros, según sus obras.
Muchas personas protestan en voz alta que no seremos juzgados según nuestras obras. Sin embargo, a cada una de las 7 iglesias descritas en Apocalipsis 2 y 3 se les dijo: “Conozco tus obras”.
El versículo 13 nos dice: “Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos”.
Todos aquellos que fueron incinerados con sus cenizas esparcidas por el mar en un intento de escapar del juicio de Dios, serán devueltos. Todas las tumbas entregarán a sus muertos para comparecer ante el Creador y Juez del universo. De nuevo, se repite en el verso 13: “y fueron juzgados cada uno según sus obras”.
Finalmente se nos dice que la muerte y el infierno serán arrojados al lago de fuego. Esta es la segunda muerte. Y luego leemos la triste declaración en Apocalipsis 20:15: “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.
¿Qué debemos hacer? Todos nosotros debemos hacernos esta pregunta: ¿Qué debemos hacer para que nuestros nombres estén incluidos en el Libro de la Vida del Cordero?
No hay una pregunta más importante. Si nuestro nombre se encuentra en el Libro de la Vida, viviremos para siempre con Nuestro Señor. Si nuestro nombre no está en el Libro de la Vida, la Escritura declara; que seremos lanzados al lago de fuego.
En nuestra próxima lección, aprenderemos lo que se le dijo a Juan acerca de la Nueva Jerusalén y quién morará en ella. Hay 2 ciudades de Jerusalén, la ciudad física de Jerusalén que se encuentra en la tierra de Israel. Y la ciudad espiritual de Jerusalén que descenderá del Cielo.
¡No querrán perderse esta próxima lección!