Las Siete Copas de la Ira de Dios
Lesson 16 Las Siete Copas de la Ira de Dios Nuestra lección de hoy son las Siete Copas de la ira de Dios. Apocalipsis 15:1 nos dice que la ira de Dios se consuma en las siete postreras plagas: “Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas […]
Las Siete Copas de la Ira de Dios
Lesson 16
Las Siete Copas de la Ira de Dios
Nuestra lección de hoy son las Siete Copas de la ira de Dios. Apocalipsis 15:1 nos dice que la ira de Dios se consuma en las siete postreras plagas:
“Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios”. Apocalipsis 15:1.
Hablemos de la diferencia entre la Gran Tribulación y la ira de Dios. Es crucial entender la diferencia entre la Gran Tribulación y la ira de Dios. La Gran Tribulación es la ira de Satanás contra las personas que no lo adorarán. Sabemos esto por Apocalipsis 12:12:
“Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Apocalipsis 12:12.
Este pasaje se pronuncia cuando Satanás es expulsado del cielo y confinado a la tierra. Esto ocurrirá 3 años y medio antes de la Batalla de Armagedón y la Segunda Venida de Jesús.
Noten que Satanás derrama su ira contra los habitantes de la tierra porque sabe que le queda poco tiempo.
Apocalipsis 12:14 nos dice que Satanás perseguirá a la mujer de las 12 estrellas (Israel) por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo.
Tiempo, Tiempos y la Mitad de un Tiempo son 3 años y 1/2. La duración de la Gran Tribulación. Vemos por estas Escrituras que la Gran Tribulación no es la ira de Dios. Es la ira de Satanás.
Las Copas contenidas en la ira de Dios serán derramadas justo al final de la Gran Tribulación y durante la Batalla de Armagedón.
Dios usará las Copas durante la Batalla de Armagedón para liberar a Israel de los ejércitos del Anticristo.
Al igual que usó las plagas en el Antiguo Testamento contra Faraón para liberar a Israel de Egipto.
De hecho, cinco de las siete Copas en Apocalipsis 16 son un replica de cinco de las 10 plagas derramadas sobre Egipto.
La primera Copa está descrita en Apocalipsis 16:1-2:
“Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios. Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen”. Apocalipsis 16:1-2.
El versículo 2 nos ayuda a establecer el tiempo del derramamiento de las Copas sobre la tierra. Afirma que la primera Copa es derramada sobre los que tenían la marca de la bestia y los que habían adorado su imagen.
Puesto que la bestia no toma poder hasta 3 años y medio antes de Armagedón según Apocalipsis 13:5 y puesto que la marca de la bestia probablemente se administrará hacia la última parte de su reinado, entendemos que las Copas se derramarán hacia el final de la Gran Tribulación.
Según la primera Copa, viene una úlcera maligna y pestilente sobre los que adoraron al Anticristo. Esta misma plaga les sucedió a los egipcios cuando estuvieron cubiertos de sarpullido con úlceras durante la sexta plaga en Éxodo 9:9.
La segunda Copa es descrita en Apocalipsis 16:3:
“El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y este se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar”. Apocalipsis 16:3.
Esta plaga de convertir el agua en sangre fue la primera plaga derramada sobre los egipcios en Éxodo 7:20.
Es importante notar que las plagas de Egipto no cubrieron el mundo entero. Ni siquiera afectaron al pueblo de Israel que vivía entre los egipcios. Esto mismo será cierto acerca de las Copas de la ira de Dios. Solo afectarán al Anticristo y su reino pero el pueblo de Dios estará protegido. Se nos dice esto en Apocalipsis 7:2-3:
“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”. Apocalipsis 7:2-3.
Esta descripción del sellamiento del pueblo de Dios para protegerlo de la ira de Dios está descrito justo después de que se anuncie que el gran día de la ira de Dios ha llegado en Apocalipsis 6:15-17:
“Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”. Apocalipsis 6:15-17.
Este pasaje nos permite entender el momento del derramamiento de las Copas de Su ira. La mayoría de ellas serán derramadas alrededor de la Batalla de Armagedón, cuando Jesús regrese a la tierra.
La tercera Copa es similar a la segunda Copa, en de la segunda Copa el mar se convirtió en sangre.
En la tercera Copa, los ríos y fuentes de agua se convertirán en sangre.
La tercera Copa está descrita en Apocalipsis 16:4:
“El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre”. Apocalipsis 16:4.
Esta tercera Copa, como la segunda Copa, es una replica de la primera plaga derramada sobre los egipcios en Éxodo 7:20.
Apocalipsis 16:5-7 nos revela la actitud del Cielo hacia los enemigos del pueblo de Dios:
“Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos”.
Apocalipsis 16:5-7
Noten, los ángeles de las aguas declararon que el Señor está justificado por derramar estas plagas sobre la humanidad. El ángel dijo que han derramado la sangre de los santos y de los profetas, por lo que son dignos de Su juicio.
Esto se refiere a los santos y profetas que serán asesinados por el Anticristo y el Falso Profeta durante el tiempo de la Gran Tribulación.
La cuarta Copa está descrita en Apocalipsis 16:8-9:
“El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria”. Apocalipsis 16:8-9.
El pasaje dice que los hombres serán quemados por el gran calor a causa de esta plaga.
En lugar de arrepentirse en respuesta al juicio de Dios, la gente blasfemará el nombre de Dios.
Esto nos recuerda la respuesta de Faraón a las plagas que se derramaron sobre Egipto durante el tiempo de Moisés.
Es asombroso, después de todas estas plagas, la gente de la tierra no se vuelve a Dios, está claro que no lo hacen.
Algunos han especulado que esta plaga del sol que quema los hombres en el cuarta Copa será causada por el calentamiento global.
Esta es una simple suposición.
La quinta Copa es la misma que la novena plaga con la que Dios golpeó a Egipto. Leemos acerca de la quinta Copa en Apocalipsis 16:10-11:
“El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras”. Apocalipsis 16:10-11.
Este pasaje dice que el reino del Anticristo estará repleto de horrible oscuridad. Sin embargo, el mundo entero no se verá afectado por esta oscuridad.
Este nivel de tenebrosidad es algo que ninguno de nosotros ha experimentado jamás. Éxodo 10:21 describe la oscuridad bajo la novena plaga de Egipto.
Afirma que la oscuridad fue tan espesa durante tres días que nadie podía moverse de su lugar. La quinta Copa parece ser esa plaga de nuevo.
Las Escrituras afirman que los hombres todavía no se arrepintieron de sus obras.
La sexta Copa descrita en Apocalipsis 16:12 conducirá el mundo a la Batalla de Armagedón:
“El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de este se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente”. Apocalipsis 16:12.
Nunca olvidaré el trastorno que experimenté cuando recogí el Indianapolis Star el 13 de enero de 1990. El titular decía: “El flujo del Éufrates se detendrá durante 30 días”.
Turquía había construido un gran embalse en el río Éufrates, cuando se completó el embalse de Ataturk, se necesitaron 30 días para llenar la enorme presa.
La presa de Ataturk le dio a Turquía la capacidad de controlar el flujo del Éufrates. Este parece ser el medio que Dios usará para secar el río Éufrates con el fin de facilitar la invasión de Israel por parte de los reyes de Oriente.
Esto parece muy probable ya que Turquía será una de las naciones que participará en la invasión de Israel.
“Los Reyes del Este” se refiere a las naciones que invadirán Israel bajo la bandera de la ONU en el momento de la Batalla de Armagedón. Esas naciones están nombradas en Ezequiel 38; incluyen: Rusia, Irán, Etiopía, Libia, Turquía y otros.
Bajarán por el río Éufrates un vez secado; recorrerán Siria e invadirán Israel cerca del valle de Jezreel, que se encuentra en el norte de Israel.
El Valle de Jezreel también se llama el Valle de Meguido. Esa es la razón por la cual esta batalla final se llama la Batalla de Armagedón.
La palabra “Armagedón” se compone de dos palabras: Har, que significa Colina, y Meguido. Juntas, estas dos palabras se convierten en Armagedón o El Valle de Meguido.
Los versículos 13 y 14 de este capítulo dieciséis explican qué motivará a estas naciones a luchar contra Israel:
“Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”. Apocalypsis 16:13-14.
Cuando las Escrituras dicen: “Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas”. ¿Qué puede significar esto?
En Daniel 7:20, se nos dice que la boca de la bestia, el Anticristo, tendrá una boca que hablará grandes cosas.
Es obvio que el Anticristo usará su don de oratoria para hacer que el mundo siga su liderazgo.
Su socio religioso, el falso profeta, también persuadirá al mundo a seguir al Anticristo.
Cuando las personas hablan, generan espíritus en su audiencia. Pueden motivar a sus seguidores a reír, llorar o enfadarse. Apocalipsis 11:18-19 describe las naciones en el momento de Armagedón; dice: “Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido”. Apocalipsis 11:18-19.
También se nos dice en Apocalipsis 16:14 que el poder de la bestia y el Falso Profeta para obrar milagros influenciarán a los reyes del mundo para que los sigan hasta Armagedón. Apocalipsis 16:14. Llamada también la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. Después de describir los preparativos para Armagedón, Dios da una advertencia de última hora en Apocalipsis 16:15:
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza”. Apocalipsis 16:15.
A lo largo del libro de Apocalipsis, se nos enseña que la Segunda Venida ocurrirá durante la Batalla de Armagedón.
En este versículo, Dios hace una pausa para dar una advertencia final a todos los que Lo escuchen. Dice: “Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza”
Luego, las Escrituras pasan inmediatamente al versículo 16, el único versículo en las Escrituras que en realidad usa la palabra: “Armagedón”:
“Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón”. Apocalypsis 16:16.
La séptima Copa concluirá el derramamiento de la ira de Dios sobre la tierra. En Apocalipsis 16:17, leemos la inquietante frase: “hecho está”:
“El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está”. Apocalypsis 16:17.
Este versículo nos lleva a la culminación de la era de la iglesia. La era de la iglesia concluirá con la Batalla de Armagedón, y en ese momento se establecerá el Reino de Dios sobre la tierra. Apocalipsis 16:18-19 comienza la descripción de los horrores de la séptima Copa:
“Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira”. Apocalypsis 16:18-19.
El versículo 18, habla de voces, truenos, relámpagos y un gran terremoto. Esta misma descripción exacta es dada durante el séptimo Sello en Apocalipsis 8:5:
“Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto”. Apocalipsis 8:5.
Esta frase se repite al final de los 7 sellos, las 7 trompetas y las 7 copas porque estos son exactamente el mismo evento.
El versículo 19 nos dice que un terremoto en la 7ª Copa dividirá la gran ciudad, hablando de Jerusalén, en tres partes. Este mismo terremoto está descrito en Apocalipsis 11:13, donde dice: “7000 hombres serán destruidos en Jerusalén a causa de este terremoto”. (Apocalipsis 11:13).
Otro relato de este mismo terremoto afirma que ocurrirá en el momento de la Segunda Venida de Jesús, cuando Él descienda del Cielo, poniendo Sus pies sobre el Monte de los Olivos. Este increíble evento está documentado en Zacarías 14:4:
“Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur”. Zacarías 14:4.
El versículo 19 también nos dice que, en ese mismo momento, la ira de Dios será derramada sobre Babilonia la Grande. En nuestra próxima lección, daremos la evidencia concluyente que “Babilonia” es a la ciudad de Roma. Roma será completamente destruida por el mayor terremoto de la historia durante la Batalla de Armagedón. Muchas otras ciudades alrededor del mundo serán también destruidas en este mismo momento. Todo esto ocurre como resultado de la ira de Dios contra la iniquidad de los hombres.
“Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados”. Apocalipsis 16:20.
“Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar”. Apocalipsis 6:14.
En ambos pasajes, las montañas y las islas del mundo se mueven. Con razón el versículo 18 nos dice que este terremoto será el terremoto más fuerte que jamás haya ocurrido sobre la faz de la tierra. La parte final de la séptima Copa se encuentra en el versículo 21:
“Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande”. Apocalypsis 16:21.
El granizo que caerá durante la 7ª Copa será como del peso de un talento. Muchas fuentes dicen que un talento equivale aproximadamente a 125 libras.
¿Se imaginan la devastación que se desatará sobre la humanidad cuando caigan del cielo granizos de 125 libras cada uno?
Ahora este granizo no será a nivel global.
Lo sabemos porque todo estaría destruido si así fuera. No todo será destruido ya que la Biblia nos dice que gobernaremos y reinaremos con Cristo en la tierra por los próximos 1000 años.
La plaga del granizo como otras plagas será localizada. Será una de las armas que Dios usará contra los ejércitos invasores del Anticristo durante la Batalla de Armagedón.
El derramamiento de la ira de Dios durante la Batalla de Armagedón también está descrita en la profecía de Ezequiel de la batalla de Gog y Magog, que es Armagedón.
Comparen la descripción de Ezequiel en Ezequiel 38:18-23 con las Copas de Apocalipsis 16:
“En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo Jehová el Señor, subirá mi ira y mi enojo.Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre. Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová. Ezequiel 38:18-23.
Al describir el mismo terremoto que ocurrirá en la 7ª Copa, Ezequiel dice: “habrá un gran temblor en la tierra de Israel”. Dijo: “Se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Ezequiel 38:22 dice que Dios peleará contra el Anticristo y sus ejércitos con pestilencia, sangre, fuego y grandes granizos.
Estas son las cosas que también están profetizadas en la séptima Copa.
Finalmente, Dios dice que Él será exaltado en los ojos de las naciones y sabrán que Él es el Señor. Justo en medio de la descripción de Dios de Armagedón y la ira de Dios, descrita en Apocalipsis 16 y Apocalipsis 19, Dios interpone dos capítulos completos para profetizar sobre el juicio de Babilonia la Grande.
Apocalipsis 17 y 18 entra en detalles gráficos sobre el juicio de la Gran Ramera, cuyo nombre es Babilonia la Grande.
Es obvio que Dios odia a Babilonia la Grande ya que dedica 2 capítulos completos a su destrucción. En nuestra próxima lección, aprenderemos la identidad de Babilonia la Grande y por qué Dios la odia tanto.
